El
arcano personal es una de las herramientas de autoconocimiento más importantes
del Tarot, la cual permite explorar la personalidad del individuo desde nuevas
perspectivas. Para determinar el arcano personal, es necesario reducir los
números de la fecha de nacimiento a una sola cifra (por medio de procedimientos
matemáticos simples).
El
número obtenido en el proceso, debe corresponder con uno de los 22 Arcanos
Mayores del Tarot, por lo que la cifra en cuestión tiene que encontrarse en el
rango del 1 al 22.
Es
importante destacar que, en el cálculo del arcano personal, el Arcano Mayor El
Loco, al que se le atribuye el número cero (0), pasa a identificarse con el
número veintidós (22).
Conocer
tu arcano personal es un poderoso ejercicio de autodescubrimiento, que te
ayudará a observar el potencial que permanece oculto, además de aquellos rasgos
de la personalidad que deseas superar.
Una
vez determines cuál es tu arcano personal, te invito a que examines su imagen
con detenimiento, y analices la influencia que el arquetipo en cuestión ha
ejercido en tu vida. A continuación, se presenta una breve descripción de los
aspectos más relevantes de los Arcanos Mayores del Tarot de la Marsella,
utilizados como arcano personal.
EL
MAGO (1)
Mente
práctica. Multifacético. Intuitivo. Seguro de sí mismo. Creativo. En baja
vibración, puede ser un individuo imprudente, apático o egoísta.
LA
PAPISA O SACERDOTISA (2)
Sujeto
equilibrado y comprensivo. Analítico e interesado en adquirir conocimientos.
Prudente y leal. En baja vibración, representa a alguien depresivo, amargado,
manipulador y con conflictos de fe.
LA
EMPERATRIZ (3)
Generoso,
entusiasta, creativo y práctico. En baja vibración, puede dejarse dominar por
el miedo interno, transformándose en alguien peligroso, soberbio, ambicioso e
iracundo.
EL
EMPERADOR (4)
Confiable,
motivador, disciplinado, responsable, y justo. En baja vibración, es
autoritario, y prefiere optar por lo seguro antes que correr riesgos, a pesar
de que esto no agrave la situación actual.
EL
PAPA O SUMO SACERDOTE (5)
Motivador,
comprensivo, dispuesto a dar apoyo o consejo, ético y responsable. En baja
vibración, es terco, dogmático, despilfarrador, mentiroso y con problemas de
fe.
LOS
ENAMORADOS O EL ENAMORADO (6)
Individuo
emocional, comprometido con el concepto del amor, aunque ello no menoscaba su
espíritu de independencia. Prefiere las relaciones profundas.
En
baja vibración, el mundo emocional puede sobrepasarlo, o aturdirlo impidiéndole
entrar en acción, o tolerar una situación en exceso, utilizando el amor como
excusa.
EL
CARRO (7)
Inquieto,
voluntarioso, imaginativo, prudente, humilde, y amante de los retos; sin
embargo, lo no planificado puede sacarlo de quicio. En baja vibración, es
impulsivo y con tendencia a encerrarse en sí mismo.
LA
JUSTICIA (8)
Protector,
diplomático, preocupado por el bienestar ajeno. En baja vibración, es
interesado, subjetivo, intolerante y tiránico.
EL
ERMITAÑO (9)
Paciente,
serio, responsable, reflexivo, y le gusta seguir su propio ritmo. En baja
vibración, puede desconectarse de la vida, convirtiéndose en su propio recluso
y negándose a interactuar con otros.
LA
RUEDA DE LA FORTUNA (10)
Activo,
optimista y con capacidad de adaptación. La Rueda de la Fortuna como arcano
personal somete al individuo a cambios constantes e imprevistos, lo que puede
motivar el entusiasmo por los retos o (en baja vibración), altos niveles de
estrés e irascibilidad.
LA
FUERZA (11)
Persuasivo,
prudente, valeroso, atraído por el autoconocimiento. En baja vibración es
impulsivo, irracional, instintivo y perfeccionista.
EL
COLGADO O EL AHORCADO (12)
Digno,
abnegado y perceptivo. El arcano de El Colgado recuerda un poco a los planetas
retrógrados en astrología, porque impone espacios de tiempo en los que es
necesario tener paciencia y repensar los planes, antes de actuar.
Si
el individuo cae en la baja vibración del arcano, puede sentirse estancado,
pesimista e impaciente.
LA
MUERTE O EL ARCANO SIN NOMBRE (13)
Transformador,
dotado de pensamiento flexible, dinámico y amante de las novedades. En baja
vibración, el sujeto se deja ganar por el apego (a personas y objetos), y
observa la vida desde una perspectiva de miedo al cambio.
LA
TEMPLANZA (14)
Inspirado,
activo (mentalmente), perseverante, alegre, moderado y equilibrado. En baja
vibración, es impaciente, inestable, extremista y competitivo (al extremo).
EL
DIABLO (15)
Dedicado
a la búsqueda del placer, lo que puede conducirlo a un apego excesivo hacia lo
material, el autoengaño, el egoísmo y los sentimientos negativos. Este arcano,
impulsa la superación personal, una vez vencidos los propios demonios.
LA
TORRE O LA CASA DE DIOS (16)
Promotor
de cambios, lógico y con capacidad de adaptación. En baja vibración, es
obstinado, destructivo e inestable.
LA
ESTRELLA (17)
Valeroso,
resilente, proactivo, constante, motivador, inspirado y creativo. En baja
vibración, las crisis pueden paralizarle, y propiciar pensamientos de pesimismo
y desesperanza.
LA
LUNA (18)
Intuitivo,
sensible, empático, conectado con el inconsciente y las experiencias psíquicas.
En baja vibración, es considerado inestable, inconstante, poco práctico y se
mira a sí mismo como un ser incomprendido.
EL
SOL (19)
Alegre,
entusiasta, directo e incapaz de pasar desapercibido. En baja vibración, es un
crítico acerbo, imprudente, egocéntrico, inmaduro, terco, obsesivo e
impositivo.
EL
JUICIO (20)
Consciente,
responsable, innovador y dotado de espíritu renovador. En baja vibración, el
apego a las personas o circunstancias le impide evolucionar.
EL
MUNDO (21)
Maduro,
sabio, estable, responsable, humilde, y objetivo. En baja vibración, es
egoísta, envidioso, desequilibrado y ambicioso.
EL
LOCO (22)
Independiente,
irreverente, ingenuo, honesto, rebelde, excéntrico y original.
En
baja vibración, se trata de una persona insensata, desordenada, brusca,
extremista, nerviosa, y que puede provocar discusiones por el solo placer de
llevar la contraria a otros, aunque no tenga la razón.
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